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Entre El Cielo Y El Infierno~Cap 19

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michumustachee's avatar
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Antes de empezar el cap, les voy a hacer un pequeño resumen de los personajes que aparecen, porque seguramente ya ni se acuerden quién es quién.
Kenny: mejor amigo de Marshall, padre de Valen.
Valen: hijo de Kenny.
Katie: madre de Valen que tuvo alguna vez algo con Kenny.
Alexander: otro mejor amigo de Marshall.
Mía: esposa de Alexander.
John: amigo de Alexander que ayuda a Marshall. Anteriormente se llamaba Valentine pero lo cambié porque se confundía con Valen.
Elliot: otro amigo de Marshall que en un momento en el que tuvo que cuidar a Fionna y Valen, se fue y Ashley los atacó.
Ahora sí pueden leer el cap ~~

Marshall miró su celular atónito. ¿Qué podría querer ahora? ¿Es que no pensaba dejarlo en paz nunca? Estaba pensando en ignorarla para que viera que no iba a cumplir sus caprichos. Pero, si lo hacía, corría el riesgo de que, justamente porque era una caprichosa, le hiciera daño a Fionna o a Valen.
No tenía otra opción.
—¿Está todo bien? —preguntó la humana.
—Lo siento, tengo que irme —respondió cortamente.
Se apresuró a dirigirse hacia la salida antes de que nadie pudiera preguntar o intentar detenerlo, aunque no funcionó. Alexander se puso delante de él y lo bloqueó, mirándolo con una expresión de confusión.
—¿Adónde vas, Marshall?
—No importa eso, sólo tengo que irme.
Alexander lo observó, aún más confundido que antes.
—Entonces voy contigo —le dijo decidido.
—No. Ni siquiera lo pienses —le dijo, con un tono amenazante—. Tú te quedarás aquí cuidando de Fionna y Valen mientras yo no estoy. No puedo correr el riesgo de dejarlos solos.
Al escuchar su nombre ser mencionado, Fionna se levantó del sofá en el que se había sentado y fulminó al vampiro con la mirada.
—Ni creas que me voy a quedar aquí sentada mientras tú te vas a resolver tus "cosas" —le dijo—. Valen y yo iremos contigo, y fin de la discusión.
—No me importa lo que opines, rubia. Se quedarán aquí. ¿Crees que voy a dejarlos salir y poner sus vidas en riesgo? No discutas, porque de todas formas no te llevaré.
Fionna se cruzó de brazos y clavó su mirada en los ojos de Marshall, el cual hizo lo mismo, como retándola a proseguir con lo que estaba por decir.
—¿Qué diferencia hay de todas formas? —contraatacó—. Estemos o no estemos en la casa, si nos tiene que suceder algo, nos va a suceder. Ashley ya logró entrar una vez y puede hacerlo todas las veces que quiera, así que no hay punto intermedio en esta situación.
—¡No seas tan terca y quédate aquí! —gritó—. No hagas las cosas más difíciles de lo que ya son. Estaré de vuelta pronto. Sólo quédate, y no protestes más.
—Entiende de una vez, Marshall. No voy a dejarte solo. Si tú vas, yo voy. Si tú te quedas, yo me quedo. No tienes opción. ¡Entiende eso!
El vampiro se llevó las manos a la cabeza, tirando de su cabello en el proceso. Dios, sí que era testaruda. ¿Por qué simplemente no podía hacerle caso y quedarse? ¿Por qué siempre tenia que cuestionarle todo?
—Mira —le dijo, más calmado—. No voy a discutir. Alexander, hazme el favor y cuídalos bien. No dejes que nada les pase, o que Fionna intente hacer algo impulsivo.
—El único que está haciendo cosas impulsivas aquí eres tú —respondió Alexander, acercándose a su amigo—. Dime qué ocurrió. Dinos que ocurrió. Podemos ayudar, Marshall. No hagas esto tan a la ligera.
—No tengo tiempo para regaños por impulsividad y cosas a la ligera. No tengo tiempo, así que dejen sus interrogatorios para más tarde así puedo irme de una puta vez.
—Yo iré contigo, entonces —añadió John, que no había aportado nada a la conversación, y se había limitado a observar.
El rey asintió conforme, pero Alexander, que aún seguía en frente a su amigo, no parecía tener intenciones de terminar la conversación ahora.
—Marshall, dime de una maldita vez quién te escribió —le espetó.
—Cuídalos —fue lo único que dijo.
Se dirigió a agarrar las llaves de su coche, y, cuando estaba a punto de dirigirse hacia la puerta, sintió una mano en su brazo. Furioso, se dio media vuelta, esperando que fuese Alexander el que lo estaba agarrando, pero unos ojos azules le devolvieron la mirada.
—Por favor, déjame ir contigo.
El vampiro suspiró. Se acercó a ella y le dio un rápido beso en los labios.
—Volveré antes de que te lo esperes, lo prometo —se volteó hacia su amigo Alexander, que lo miraba con una mezcla de comprensión y enojo, y le repitió nuevamente—: cuídalos.
Y, con eso, Marshall y John salieron por la puerta.

~

Ambos vampiros pasaron los primeros cinco minutos de viaje en silencio. Marshall, por un lado, estaba preocupado en qué podría ser lo que Ashley querría ahora. Y, por el otro, John estaba desesperado por saber qué es lo que estaba ocurriendo que traía al gran Abadeer tan preocupado. Sabía que no debía preguntar, que no le incumbía, que no era su problema. Sí, sabía todo esto. E intentó lo más que pudo distraer su mente con otra cosa. Pero, al final, la curiosidad terminó por matarlo.
—¿Adónde vamos? —preguntó de golpe—. ¿Quién te espera?
Marshall suspiró. Estaba esperando que esa pregunta no surgiera, pero no le sorprendía que el silencio no hubiese durado mucho.
—Ashley, mi antigüa novia, me citó en un lugar a unos 20 minutos de aquí.
—¿Por eso no querías que tu chica lo supiera?
—No. No es sólo mi ex. Ese es el problema —contestó.
—Si no es sólo tu ex, entonces, ¿eso significa que aún tienes algo con ella y Fionna no lo sabe? —preguntó, sorprendido. Podría haber jurado que él realmente quería a esa humana.
—¿Qué? Claro que no, John. No es mi amante ni nada así. Es sólo una loca obsesiva que se puso celosa de que prefiriera a Fionna antes que a ella, y ahora busca matarla —dijo entre dientes. El solo hecho de pensar en Ashley haciéndole daño a Fionna lo volvía loco.
—Oh... lo siento mucho. He tenido unas cuantas exs locas, pero no a ese extremo. Y, de todas formas, ¿qué se supone que iremos a hacer ahora? ¿Le tiraremos agua bendita y veremos como empieza a quemarse?
—Por mucho que me gustaría —comentó—, no. Sólo iré a ver qué carajo quiere ahora.
Luego de eso, ninguno de los vampiros volvió a hablar. Y Marshall lo agradecía. Necesitaba un poco de silencio para pensar con claridad. Lo único que pasaba por su mente era "¿qué podría querer Ashley ahora?" y estaba bastante seguro de que no era una simple súplica para que él regresara a su lado.
Veinte minutos después, Marshall aparcó en la calle New Seattle, tal y como decía el mensaje. Por suerte el día estaba nublado y frío, así que no debía preocuparse por quemarse con el sol. Suspirando, apagó el motor del coche y miró a John.
—Es aquí —le dijo, y su acompañante asintió.
Ambos bajaron del auto y miraron a su alrededor, asegurándose de que nadie los estuviera observando ni que nadie saliese a atacarlos.
—¿Qué número se supone que tenemos que buscar? —preguntó John.
—El mensaje decía 1933.
Los dos se pusieron a mirar los números casi ilegibles de unas viejas casas. Las construcciones parecían tener más de 50 años, y la mayoría se habían venido abajo.
Caminaron tres cuadras enteras, desde el 1900 hasta el 1934, pero ninguna marcaba un 1933.
—¿¡Dónde mierda se supone que está la puta casa?! —gritó Marshall, comenzando a desesperarse.
—Espera —le dijo John—. ¿Qué tal si todo esto era una trampa para sacarte de tu casa y así atacar a Fionna? Quizás nunca quiso encontrarse contigo, sólo estaba esperando que te fueras para poder entrar.
Marshall se quedó quieto completamente. ¿Cómo pudo no haber pensado en eso antes? ¿Cómo pudo ser tan idiota y dejar pasar algo tan obvio?
—Tenemos que volver —dijo rápidamente, y se estaba por dirigir calle abajo de nuevo, cuando la voz de su compañero lo detuvo.
—Espera, Marshall. ¿Eso de allí no es una casa?
John señaló a una vieja construcción que apenas podía notarse, ya que estaba cubierta por árboles, arbustos y enredaderas que la hacían pasar camuflada al resto. Eso y que, además, era la única casa en esa cuadra.
—Vamos —dijo el vampiro.
Ambos se encaminaron hacia la casa. Marshall tenía un mal presentimiento sobre todo. No que no lo hubiese tenido desde un principio, pero cada paso que daba hacía que esa sensación se intensificara más y más.
Al llegar a la puerta, John miró al vampiro, y le dijo:
—Deberías entrar tu solo. Es a ti a quien quiere ver, no a mí. Me quedaré aquí afuera a vigilar, y, si algo malo pasa allí dentro, solo grita o haz algún sonido fuerte para avisarme, y yo haré lo mismo.
Marshall asintió, le dio una palmada en la espalda y entró en la casa.

Todo estaba oscuro dentro. Una sensación de humedad invadía todo el lugar, lo que hacía que pareciera que no había oxígeno. Por suerte para Marshall, ninguna de las dos suponían un problema para él. Era un vampiro después de todo.
A lo lejos escuchaba un sonido, pero no podía distinguir qué era. Lo único que sabía es que sonaba como si viniera de abajo, así que probablemente la casa tuviera un sótano. Buscó entre el abandonado lugar una escalera y, finalmente, al dar la vuelta en un cuarto -que parecía ser la cocina- encontró unas. Al acercarse a estas, pudo distinguir que lo que estaba escuchando eran... ¿sollozos? Había alguien llorando allí, pero, ¿quién? Y lo más importante, ¿por qué? El vampiro suspiró fuertemente, y, con pasos suaves, se dirigió escaleras abajo.
Una bombilla que parpadeaba de a momentos colgaba del techo, y Marshall pudo distinguir lo que eran dos personas tiradas en un rincón. Y uno... uno era su mejor amigo, Kenny, que sujetaba en brazos a una chica. No entendió al principio lo que sucedía, y luego de un segundo, la realidad le golpeó la cabeza. La que estaba en brazos de su amigo no era nada más ni nada menos que Katie, la madre de Valen, que en algún momento había tenido algo con Kenny.
Marshall, prestando atención solamente en su amigo, se acercó a él, provocando que levantara la cabeza. La expresión de sus ojos -que el rey ya había presenciado en algunas otras ocasiones- decía claramente "peligro".
—Kenny, ¿qué ocurre? —le preguntó, temiendo saber la respuesta.
La única reacción de este fue estirar su brazo y señalar la pared detrás de su amigo.
Marshall se dio vuelta, y se quedó paralizado.
En la pared, escrito con sangre, se leía "tu chica es la siguiente".
Bueno despues de taaaaannnnnnnto tiempo les subo el cap de entre el cielo y el infierno. Ya ni se deben acordar de esta historia pero bueno, si se acuerdan y todavia les interesa aca esta ♥♥
Anterior: michumustachee.deviantart.com/…
Siguiente: michumustachee.deviantart.com/…
En este cap no hay mucho fiolee, pero ya va a haber en los siguientes.
Y nada, si siguen leyendo el fic espero que les guste el nuevo cap ♥♥
Se supone que iba a seguir la historia en mi cuenta nueva, pero iba a ser un lio porque ahi no estaban todos los caps. Asi que voy a terminar este fic aca mejor ---
© 2015 - 2024 michumustachee
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Vicky516's avatar
Algún dia fijo para subir ?