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Gotas De Sangre~Cap 10

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michumustachee's avatar
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{Parte 1}

Cake llegó a la casa del árbol cuando el sol ya se estaba escondiendo y las primeras estrellas y la luna comenzaban a aparecer en el cielo. Abrió la puerta con una sonrisa en la cara gracias a la hermosa cita que había tenido, pero esa expresión se esfumó rápidamente al escuchar a alguien llorar. No era necesario pensar quién, porque la única que vivía en la casa con ella -además de Beemo- era Fionna. Sin pensarlo dos veces, corrió escaleras arriba en busca de su hermana.

—¡Fi! ¿Todo está bien? ¿Qué sucede? —Fue lo primero que pregunto al entrar, y reconoció que la bola que estaba tapada por sábanas en la cama era ella—. ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?
—Se fue Cake —Murmuró—. Se fue lejos, muy lejos.
—¿Quién se fue? No entiendo nada Fi —Se sentó al lado de la humana y acarició su espalda lentamente, en forma de consuelo—. ¿Quién se marchó?
—Marshall —Susurró, y más lágrimas no tardaron en recorrer su rostro.
—¿Marshall? ¿El vampiro? ¿¡Te seguías viendo con él?! —Exclamó—. ¡Creí haberte dicho que no quería que te juntaras más con Marshall! ¿¡Por qué no me haces caso cuando te digo las cosas?!
—No tengo ganas de discutir ahora. Si quieres venir a regañarme, hazlo luego.
—No señorita, vamos a terminar de discutir esto ahora. ¿Cómo es que te veías con él? ¿Lo hacías en secreto?
—¿Por qué te importa lo que yo haga? Es mí problema si me veo con él, no tuyo.
—¡Te dije que los vampiros eran malos! ¿¡Por qué estás llorando sino?! ¿¡Acaso no se marchó?! ¡Entiéndelo! ¡A Marshall no le importa nadie! ¡No tiene corazón! —Gritó exasperada—. ¿¡O creíste que esto no pasaría?! Fionna, ellos son malvados. ¡No volverá! ¡Jamás!
La humana se quedó en silencio bajo las sábanas, reproduciendo en su memoria cada una de las palabras que su hermana había pronunciado. ¿Y si tenía razón? ¿Y si a Marshall ella no le importaba? La carta demostraba otra cosa pero… ¿Y si lo escribió sólo porque sí?

Luego de unos minutos de silencio, la gata suspiró, se levantó de la cama y salió por la puerta, cerrándola de un portazo. Fionna se quedó en el mismo lugar donde se encontraba, mientras más lágrimas caían por su rostro. Estaba completamente destrozada.

En eso escucha que alguien toca la puerta de su habitación. No tenía ganas de hablar con nadie pero quizás fuera importante, así que se secó las lágrimas y le dijo a quien quiera que fuera que pasara.

—Fi —Dijo Gumball en forma de saludo.
—¿Qué pasa? ¿Ocurrió algo? ¿La Reina Helada los ataco? —Preguntó.
—No, nada de eso. Sólo quería pasar a ver cómo estabas.
—¿Por qué harías eso?
—Sé que Marshall se fue, y es obvio que estarías mal por eso.
—¿Cómo sabes que se marchó? ¿Él te lo dijo?
—Sí —Asintió—. Pasó hoy a decirme que se iría.
—¿Sabes a dónde? —Dijo esperanzada.
—No, no mencionó nada. Pero… No creo que sea una buena idea que lo busques.
—¿Por qué no?
—Porque… A él… Bueno… A él no le importas… —Murmuró rascándose la cabeza nerviosamente.
—¿Qué? —Susurró la humana en un hilo de voz.
—Lo que oíste. Fi, a Marshall nunca le importaron las personas. Él, no es que no te quiera, pero no le interesas. Y te dejó una carta para no tener que decírtelo en persona.
—Pero, la carta… La carta no demuestra eso…
—No quiso que te sintieras mal y te escribió lo primero que se le vino a la mente —Dijo, y notó que por el rostro de la humana ya caían algunas lágrimas—. Lo siento mucho Fi.
—No, la que lo siente soy yo. Debería haber escuchado a Cake. ¡Ella tenía razón! —Exclamó—. A Marshall nunca le importé. ¿Por qué fui tan tonta en creerme eso?
—No sé qué decirte… —Comentó Gumball.
—Tranquilo, no tienes por qué decirme nada. Si no te molesta, quisiera estar un rato a solas.
—Sí, claro, lo entiendo. Adiós Fi, lo siento mucho —Dijo esbozando una pequeña sonrisa y saliendo por la puerta.

Fionna se desplomó nuevamente en su cama, dejando que las lágrimas recorrieran su rostro. ¿Cómo pudo haberle creído? Debería haber escuchado a su hermana desde un principio y no haber ido con él. Pero, Marshall parecía tan tierno… Incluso la llevó a su lugar secreto. Bueno, dicen que las apariencias engañan. Ahora entendía perfectamente ese dicho. ¿Cómo pudo haber caído tan fácilmente? Ojalá nunca se hubiera metido en su casa del árbol y así no haberlo conocido. Estaba hecha pedazos. No recordaba cómo se sentía desde que Gumball la rechazó hace tiempo. Y, la verdad, era el peor sentimiento que podía tener…


—¿Seguro de lo que hiciste? —Preguntó el príncipe.
—No me quedaba otra opción. Ella saldría lastimada sino.
—Espero que no te arrepientas luego.
—Ya lo estoy haciendo. Debo irme —Comentó mientras flotaba hacia una de las ventanas abiertas del castillo—. Gracias, supongo.
—De nada, Marshall —Dijo Gumball.
Y, con un rápido movimiento, el vampiro se había ido.


—¿Actuamos ahora? —Preguntó.
—Espera unos días. Cuando crean que todo ya está bien, ahí sí actuaremos. Y te prometo que ninguno saldrá con vida.
Y hasta ahi les dejo la parte uno, porque intriga siempre
Esta historia no va a ser tan larga, pero la de Entre el cielo y el infierno si.
Ojala les guste ♥
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Franly08's avatar
porfa síguela no me dejes con la intriga que me muero plisssss