Gotas De Sangre~Cap 6

No todo es para siempre

Fionna se quedó helada al ver a su hermana y a Gumball allí. Lo primero que se le cruzó por la mente fue que la estaban siguiendo, y eso la molestó un poco, y se los hubiera reprochado en ese mismo instante, pero no era el mejor momento para hacerlo viendo la situación. Cake daba golpes al piso con su pie, esperando una respuesta, y el príncipe estaba en una especie de shock, por así decirlo.

—Nadie, él no es nadie Cake. Y además, ya se estaba yendo, ¿Verdad Marshall? —Dijo, dándole un codazo al vampiro para que le siguiera el juego.
—Sí, claro, yo ya me estaba yendo —Repitió mientras retrocedía lentamente.
—De aquí no se va nadie hasta que yo tenga una explicación— Intervino la gata parándose entre Marshall y Fionna y tomándolos de los brazos a los dos—. Ahora explíquenme todo. ¿Quién es él y qué hace aquí contigo?
Fionna no dijo nada, permaneció callada durante unos segundos pensando. Si le mentía a Cake sobre quién era Marshall, después se terminaría enterando que era un vampiro y eso le traería más problemas de los que ya tenía ahora, así que, con todo el valor que en algún lugar tenía, decidió explicarle.
—Él, es Marshall Lee, y es el rey de los vampiros —Vió como su hermana habría los ojos como platos al escuchar, y que comenzaba a tener miedo, por eso prosiguió cuanto antes—. Lo conocí hace un tiempo cuando se metió en nuestra casa, la noche en la que tú te quedaste con Mochro. Se quedó allí y comenzamos a pasar tiempo juntos, a escondidas tuyas, porque sabía que si te decía algo te asustarías o algo. Sé que lo que hice estuvo mal, y sé que vas a regañarme, por eso te voy a pedir perdón ya desde ahora.
Cake se quedó muda después de escuchar todo. Marshall no se atrevió a intervenir en la conversación que las dos hermanas estaban teniendo, y Gumball… Permanecía en su estado de shock. Todo quedó en silencio por unos segundos, hasta que Cake reaccionó.
—¿¡Cómo que es un vampiro y que pasaste tiempo con él a escondidas?! —Gritó—. ¿¡Desde cuándo haces esas cosas Fionna?! ¡Tú no eres así! ¡Tendrías que habérmelo contado! ¡Seguramente reaccionaría algo mal al principio, pero eventualmente terminaría aceptando que estuvieras con él! ¡No voy a dejar que estés con alguien que traiga malas influencias como él, así que despídete, porque es la última vez que lo ves!
—¿Qué? ¿Cómo que no puedo verlo más? —Dijo Fionna—. Cake, está bien que estés enojada, y lo entiendo, pero no puedes prohibirme verme con él.
—Mira pequeña, solamente tienes 15 años. Eres menor de edad, por lo tanto hasta que no cumplas 18 no podrás hacer lo que tú quieras. Nos vamos ahora.
—¡Eso es injusto Cake!
—No, lo injusto aquí es que me hayas mentido. Vámonos.
Fionna intentó protestar, pero su hermana ya la tenía agarrada con sus brazos y se la estaba llevando de vuelta a la casa del árbol. A pesar de todos los forcejeos de la humana, no pudo lograr soltarse de la gata, así que lo único que pudo hacer es ver a la distancia a Marshall, que miraba incrédulo la escena. Conociendo a su hermana, y sabiendo lo que acababa de presenciar el vampiro, tenía por seguro que esa era la última vez que lo vería.

—Marshall Lee, ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó Gumball una vez que las dos hermanas estuvieron lo suficientemente lejos para no verlos.
—Ah nada, saliendo un rato con una humana que tiene una hermana que está algo loca.
—Todavía no puedo creer que alguien como Fionna esté pasando tiempo con alguien como tú.
—Lo sé, yo tampoco entiendo como resiste pasar tiempo con una persona tan sexy.
—Lo que digas. Ahora respóndeme realmente, ¿Qué estás haciendo aquí? —El príncipe conocía muy bien a Marshall y sabía perfectamente que tramaba algo, porque no habría razón alguna por la cual él se acercara de esa manera a alguien como Fionna—. Creí que estabas en la Nocheósfera.
—No, me escapé de allí. Es insoportable estar ahí abajo, y más con mi madre alrededor —Obviamente, no pensaba contarle a Gumball acerca de su trato y que, además, había estado encarcelado allí por años.—¿Y tú desde cuándo tienes un castillo? La última vez que te vi eras pequeño y no tenías uno.
—Lo construyeron unos años después de que te marcharas de nuevo a la Nocheósfera —Dijo—. En fin, creo que no podrás ver más a Fionna.
—O por lo menos eso es lo que su hermana y ella creen —No iba a dejar que la gata se interpusiera en el trato que tenían, él tenía que seguir viendo a la humana. Aunque, bien en el fondo, sabía que no quería seguir viéndola por el trato, sino porque le gustaba pasar el tiempo con ella—. Su hermana no va a impedirme nada.
—Se nota que no conoces a Cake, te deseo suerte Marshall —Le dijo, dándole unas palmadas en el hombro para luego volver a su reino.

~

Fionna se pasó la noche peleando con su hermana. Todo el camino de vuelta a la casa había estado protestando, y al llegar todo se convirtió en gritos. Nunca había peleado con Cake de esa manera, pero al parecer todo tiene su primera vez. La gata se rehusó a dormir en el mismo cuarto que ella, por lo cual se durmió en el sillón. Esta mañana, Cake no se había molestado en hacerle el desayuno, y cuando la humana bajó encontró una nota diciendo que se había ido con su novio, así que tuvo que preparárselo ella sola.

Así pasaron los días. Fionna y Cake no se dirigieron la palabra por toda una semana, y todas las noches la humana se quedaba un rato despierta, mirando por la ventana, preguntándose qué estaría haciendo el vampiro. Por supuesto, sabía que después de todo lo que había pasado no se atrevería a venir a verla, y cada vez que pensaba en eso se ponía triste automáticamente. Había empezado a ganarle un cariño muy grande a Marshall Lee, y cada día se preguntaba si alguna vez volverían a verse. Sabía la respuesta, pero se negaba a admitirla.

Una noche de luna llena, con una leve brisa fría que soplaba alrededor, Fionna estaba en su cama sentada, mirando la nada. Cake se había ido a dormir a la casa de Mochro, no sin antes advertirle que no tenía permitido salir de la casa, y hablarle por primera vez después de una semana y media. De repente, escuchó la puerta de abajo abrirse y volver a cerrarse, por lo cual supuso que era su hermana que se había olvidado de algo, pero no. La persona que estaba metida en sus pensamientos todas las noches después del “incidente”, apareció en su habitación, con una sonrisa en su cara.
—¡Marshall! —Gritó felizmente, antes de abalanzarse sobre él y darle un fuerte abrazo. El vampiro le devolvió el abrazo, necesitaba sentirla cerca después de pasar demasiado tiempo sin ella. Sobraba decir que, en todo este tiempo, no había hecho nada más que pensar en Fionna.
—Enana —Le susurró tiernamente al oído—. Te extrañé.
—También yo —Dijo—. Cake te va a matar si te ve aquí.
—Lo sé, pero no está aquí hoy.
—Eso no cambia que no puedas verme y que yo siga castigada y no pueda salir de esta casa. Cake dijo que no podías estar conmigo, y menos entrar a esta casa.
—No dijo cuánto tiempo exactamente no podía estar cerca de ti, y además no tenemos que quedarnos aquí.
—Yo no puedo salir, estoy castigada.
—Romper las reglas una vez en tu vida no te cambiará nada —Sonrió antes de guiarla hacia la planta baja—¿Qué me dices? ¿Te apetece escaparte un rato conmigo?